Homenaje de un cuervo
al más grande
Como un rayo de luz, llegaste al mundo
Con destino de rey y de plebeyo
Y comenzaste el camino de la vida
Con un grito, un reclamo, un “aquí vengo”
Y desde entonces, te ungiste como líder
Hiciste por las tuyas, tu camino
Y cruzaste la línea del “no puedo”
Con un abran cancha que “he venido”
Desde pequeño amasaste la globa
Con tu zurda genial y tus anhelos
Si te habré visto, decosiendo la guinda
Que te llevó a ser “DIOS”; “bicho y bostero”
Luego, calzaste la diez, oda a la gloria
La sentiste tuya con sensual desvelo
E hiciste historia de celeste y blanco
Pues tu danza triunfal, te abrió los cielos.
Como estarán los humildes potreros
Que pisaste Pelusa, allá en Fiorito
Llorando ausencia de gramilla seca
En el lerdo pasar de los domingos
Donde estarán tus pequeños amigos
Cómplices de picaras pisadas
De caños de rabonas y de goles
Con los que siempre deslumbrabas
Recuerda esas horas de inocencia
Cuando la fama no te acamalaba
Cuando eras el Pichuco de la zurda
Cuando entrabas de cortos a la cancha
Jamás he de juzgarte como hombre
Porque naciste Diego, en otro plano
Porque, aquel gol de cuento a los ingleses
Te llevó al podio de los idolatrados
Que descanse el guerrero de la zurda
El poeta de los verdes potreros
Que en las vitrinas de la historia quedan
Como mudos testigos sus trofeos
Y no me vengan con comparaciones
¡que Pele¡ ¡que Garrincha¡ y otras mentas
Yo, lo he visto jugar a la pelota
Y aquellos que quieren parecerse
Que lo miren también, para que aprendan
Y vivirás por siempre en el recuerdo
De los que amamos esas filigranas
Que tejiste en las canchas de futbol
haciendo historia para que mañana
tu nombre escrito en letras de oro
rememore el esplendor de tus jugadas.
Aldo Luis Díaz
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