El río corre violento
Por sinuoso y hondo cauce
Y en su florida ribera
Llora su nostalgia un sauce.
No llores mas, viejo amigo
Dice un ruiseñor al verle
No llores porque esas aguas
Vienen, pasan y no vuelven
El árbol oyó a su amigo
De trinar tan elocuente
Y tomando los nutrientes
Que su raíz atesora
Cambio el verdor de sus hojas
Y a la luz de las auroras
Se hizo cómplice del viento
Con sus rachas silbadoras
Y dio cobijo a mil aves
En su ramas protectoras
Se solazó con sus trinos
Por eso el sauce…
hoy,
no llora.
Aldo Luis Díaz
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