Mi alazán de patas blancas
Tu crin como llamarada
Refleja la luz del astro
Que se adueñó de tus pampas
¡Que galope más altivo!
Mi alazán de patas blancas
Tus ollares se agigantan
Para beber las distancias
El golpetear de tus cascos
Mi alazán de patas blancas
En la quietud de la tarde
Son tambores de batalla
Sobre un lomo como el tuyo
Mi alazán de patas blancas
Cruzaron los granaderos
La cordillera más alta
Y rompieron los relinchos
El silencio de Uspallata.
Vamos yendo para viejos
Mi alazán de patas blancas
Podemos contar historias
Que nunca fueron contadas
En trabajos de la estancia
Siempre fuimos compañeros
Mi alazán de patas blancas
Y hasta
Me prestaste el anca
Para robar la paisana
Que hizo a mi corazón
tañer como una campana.
Y, ya no quieres comer
Mi alazán de patas blancas
Te estas negando a esos pastos
Que tanta fuerza te daban.
No me abandones la lucha
mi flete de patas blancas.
Déjame ver el galope,
Y la vigorosa estampa;
que a vos, mi pingo estrellero
te hizo señor de las pampas.
Aldo Luis Díaz
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