Soy como el canto del viento
en los juncales,
de allá,
donde se muere el horizonte
soy como el alma inmortal
de aquel poeta
que por cantarle al hombre
nació hombre.
Soy como el ave
que vuela majestuosa.
Dueña de su sentir
y de la altura
soy
como un potro cerril
que no tolera
cadenas ni monturas.
Que solo la caricia
Lo apacigua.
Que come de la mano
Del que siente
Que tiene como norte
Los caminos
Que van desde el naciente
Hasta el poniente.
Yo, soy así,
callado
porque entiendo.
Que en el hablar de más
no hay ciencia alguna.
A veces, se me sueltan
las palabras
y canto mi embeleso
hacia esa luna
que con su pálida luz
me alumbra el alma
cuando refleja
su disco en la laguna
Yo, soy devoto
de su luz plateada
de eso
no hay duda alguna.
Aldo Luis Díaz
Mi nombre es Laura y llegué a tu blog por Josefina.Quería felicitarte por cada una de tus poesías, son muy bellas.
ResponderEliminarNo se que tiene este espacio que me da tanta tranquilidad, serán las palabras ,serán los colores, será todo tal vez.
Gracias por permitirnos leer y disfrutar.